Los primeros signos de las enfermedades dentales.

Dolor dental moderado

Anticiparnos a las enfermedades dentales es clave para evitar mayores complicaciones en un futuro. Gran parte de las enfermedades que afectan a nuestra boca y a nuestra dentadura se pueden curar en sus primeras fases. Hoy tenemos a nuestra disposición medios tecnológicos que nos avisan de posibles complicaciones dentales antes de que sepamos que están ahí.

Hay una rama de la salud dental que se encarga de la prevención. Más que una especialidad, es una corriente de actuación. Es la odontología preventiva. Un enfoque que, más que curar, se preocupa de conservar la salud de nuestra boca para prevenir la enfermedad. Más adelante, dedicaremos un apartado de este artículo a tratarla.

La odontología preventiva ha existido desde el comienzo de la salud dental, pero es que ahora, además, con los avances tecnológicos, tenemos medios de diagnóstico por imagen que permite a los odontólogos anticiparse a los problemas por pequeñas que sean las señales.

A las radiografías de toda la vida, que tan útiles han resultado siempre para comprobar el alcance de una dolencia y constatar el estado real de nuestra dentadura, hoy se le suman los medios de diagnóstico asistidos por ordenador como las tomografías o el escáner dental, que proporcionan una información más precisa del estado de los dientes.

El Doctor Milton Caravaca, director de Mesiodens, una prestigiosa clínica dental de León con más de 25 años de trayectoria en la capital castellana, nos habla de la detección temprana de la caries por fluorescencia y del test de saliva, test cambra, que nos permite detectar la existencia de caries aunque no seamos conscientes de que están ahí.

Con frecuencia acudimos a las clínicas cuando la enfermedad dental está avanzada. Cuando nos produce dolor o dificulta nuestra vida habitual. Debemos ser conscientes de que podemos poner remedio mucho antes. Sin pasar por esas situaciones desagradables.

Te comento a continuación algunos de los primeros síntomas de las enfermedades dentales más frecuentes.

La caries.

La caries es probablemente la enfermedad dental más extendida en el mundo. El principal problema de la caries es que es lenta y progresiva. Solo nos percatamos de ella cuando las bacterias han taladrado la dentina del diente y está infectando la pulpa interna, provocando un insufrible dolor de muelas. Pero la caries estaba en nuestra boca mucho antes.

En su página web, el laboratorio de productos de higiene dental Listerine nos habla de los 7 síntomas de la caries. Son estos:

  1. Sensibilidad dental general. Este es uno de los síntomas más frecuentes y aparece cuando la caries está en desarrollo. Afecta a toda la boca y puede ser tan tenue que le restemos importancia. Puede consistir en un pequeño dolor de dientes o en un pinchazo agudo cuando tomamos alimentos fríos o calientes.
  2. Dolor de dientes al comer o beber. En este caso, el dolor es más intenso y lo percibimos en una zona concreta de la dentadura al tomar bebidas frías o calientes o al comer alimentos con mucha azúcar.
  3. Dolor de dientes por presión. Si cuando muerdes un alimento, como puede ser darle un bocado a una manzana, sientes un dolor agudo en los dientes, es probable que tengas caries.
  4. Dolor de muelas constante. Es un dolor continuo y moderado que aparece en las muelas durante periodos prolongados de tiempo, mientras hablas, comes o, incluso, cuando no estás haciendo nada.
  5. Orificios en los dientes. Se trata de un indicador bastante efectivo de que existe una caries. De hecho, las bacterias que producen esta enfermedad van cavando una cavidad en el esmalte dental que avanza poco a poco hasta la parte central.
  6. Decoloración de los dientes. Aunque este no es un síntoma exclusivo de la caries, muchas manchas de color negro, marrón o blanco brillante son consecuencia de esta enfermedad.
  7. Mal aliento. La halitosis puede ser producida por la caries. Por la descomposición de alimentos retenidos en las cavidades que hay en los dientes.

Todos estos síntomas no se dan a la vez. Lo normal es que tengamos una combinación de algunos de ellos. Si percibimos algunas de estas señales en nuestra boca, es recomendable acudir al dentista para asegurarnos si de verdad tenemos caries y en qué nivel de desarrollo se encuentra.

La gingivitis.

La gingivitis es una infección que se produce en la parte superior de las encías. En el tejido gingival. Ese tejido que recubre la irrupción del diente.

Pueden existir condicionantes genéticos o alteraciones hormonales que aumenten la probabilidad de sufrir esta enfermedad, pero la causa principal de su aparición es una deficiente higiene dental.

La gingivitis surge porque la placa bacteriana se concentra en la base del diente y en la línea de las encías y con el tiempo comienza a infectarlas. Las bacterias producen un efecto pernicioso como el que producirían sobre el esmalte dental con la caries, pero en este caso lo hacen sobre tejidos blandos.

El síntoma más evidente de que padecemos gingivitis es el sangrado de las encías cuando nos cepillamos los dientes. Otras señales que nos avisan sobre la existencia de esta infección son el aumento de la sensibilidad en las encías, su mayor irritabilidad, o un enrojecimiento de la zona afectada.

Por suerte, la gingivitis se puede atajar con facilidad. Una profilaxis o una limpieza profesional de la boca pueden ser suficientes para controlarla.

El problema más grave de la gingivitis es que es la puerta de entrada para infecciones de las encías más graves y virulentas. Es el caso de la periodontitis. Una enfermedad infecciosa en la que la placa bacteriana ha penetrado en el interior de la encía y va creando bolsas entre los dientes y el tejido blando, infectando la encía por dentro y la parte sumergida del diente.

En su desarrollo, la periodontitis produce la caída de piezas dentales y el desgaste del tejido óseo que sujeta los dientes. Algunos estudios médicos relacionan esta enfermedad con el aumento de la probabilidad de sufrir accidentes cardiacos. En estados avanzados de periodontitis, las bacterias que atacan a las encías pueden acceder al torrente sanguíneo.

El bruxismo.

El bruxismo es una enfermedad nerviosa que se manifiesta con un rechinar involuntario de los dientes. Evidentemente, esto produce fisuras, fracturas y un desgaste anormal de las piezas dentales.

Una de las modalidades más extendidas de bruxismo es el bruxismo nocturno. El que se produce mientras el sujeto duerme. El doctor Santiago Pardo Mindán, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Dental del Sueño, comenta a la revista Cuídate Plus que el bruxismo es probable que afecte a un 20% de la población adulta, pero solo el 8% de los afectados son conscientes de que lo padecen.

Estos son algunos indicadores de que una persona puede padecer bruxismo:

  • Dolor facial.
  • Tensión en la mandíbula, rigidez y/o limitación de movimiento.
  • Dolor reflejo o secundario en el oído.
  • Jaquecas y cefaleas.
  • Dolor en las cervicales.
  • Erosión anormal en la cúspide de las piezas dentales e, incluso, pérdida de dientes.
  • Aumento de la sensibilidad dental ante el cambio de temperatura.
  • Alteraciones del sueño.
  • Estrés crónico.
  • Ataques de ansiedad.
  • Vértigos y mareos repentinos.

Como sucede con los síntomas de la caries que hablamos al principio, estos indicadores no se dan simultáneamente. Los enfermos de bruxismo pueden padecer algunos de ellos y otros no.

Una visita al dentista puede ser clarificadora para descubrir si padecemos este trastorno o lo descartamos. El bruxismo deja unas señales en el desgaste de los dientes que los odontólogos descubren con facilidad.

La prevención.

La visita rutinaria al dentista, cada 6 meses, es nuestra mejor herramienta para prevenir estas y otras enfermedades dentales.

En estas consultas, el dentista efectúa un reconocimiento visual de nuestra dentadura y realiza radiografías o cualquier otra prueba de diagnóstico por imagen si lo considera oportuno. Lo mejor de todo es que nos proporciona indicaciones para seguir conservando una dentadura sana y fuerte.

En la actualidad, las personas somos dadas a buscar información por internet. En lo que se refiere a la salud en general, y a la salud dental en particular, esta información es orientativa. Quien mejor puede asesorarte sobre el cuidado de tu boca es tu dentista de cabecera. Aquel que visitas regularmente y que tiene un historial sobre tu salud dental.

Existen determinados momentos en la vida en los que la visita al dentista es más que recomendable. Es el caso de los embarazos en las mujeres. Durante este periodo, la mujer sufre una serie de cambios hormonales que dejan desprotegidas las encías. Durante la gestación aumentan las probabilidades de sufrir gingivitis y otras enfermedades periodontales. Es aconsejable visitar al dentista en el primer trimestre de embarazo, cuando se producen estos cambios hormonales y en los últimos meses antes de dar a luz.

La visita de los niños al dentista también tiene un carácter preventivo. Sobre todo después del primer año de vida y a los 5 años. Para comprobar que la irrupción de la dentadura de leche y su recambio por la dentadura definitiva se está efectuando sin problemas.

 

Scroll al inicio