La importancia de la cerámica en la decoración.

Fachada con gres

Desde los mosaicos en las casas de la antigua Roma hasta la fachada de algunos edificios residenciales de la actualidad, la cerámica es un material de construcción que no hemos dejado de utilizar. Decora las casas y tiene un efecto práctico.

La cerámica es un material abundante en el planeta. Fácil de producir y resistente al paso del tiempo. Obedece a la habilidad que tiene el hombre de transformar la tierra que pisa en elementos de recubrimiento, construcción y separación de espacios.

Desde que el hombre se hizo sedentario, en el Neolítico, o tal vez antes, descubrió que el barro le permitía fabricar objetos para la vida diaria. Objetos que podía decorar a su gusto, haciendo que además de útiles, fueran bellos.

No tardó mucho en percatarse de que este material era práctico para configurar su morada.

Sí, porque la cerámica es un material higiénico y aislante. Recubrimos las paredes de la cocina y el baño con azulejos de cerámica porque no absorben la grasa y evitan la humedad por condensación. Son superficies fáciles de limpiar con productos desinfectantes, extremando la higiene de nuestra casa, allá donde es más necesario.

La cerámica también es un aislante de la humedad ambiental. Por eso, las fachadas de las casas de ciudades como Valencia o Lisboa están recubiertas con cerámica. La cerámica alarga la vida de las construcciones, protege a los habitantes de las casas de la humedad y le dan un toque estético a las viviendas de carácter artístico.

Por mucho que en las últimas décadas se hayan inventado nuevos materiales de construcción, cada vez más efectivos y económicos, la cerámica sigue ocupando un lugar importante en el revestimiento de nuestros hogares. Tanto en interiores como en exteriores.

La cerámica en exteriores.  

La revista de arquitectura Arch Daily señala que la cerámica es un material versátil. Por esta razón llama la atención de los arquitectos para decorar con ella las fachadas.

Además de su uso tradicional en el revestimiento exterior de proyectos residenciales y comerciales en áreas húmedas, este material posee un gran potencial gráfico, estético y, desde luego, técnico.

Es resistente a la intemperie y requiere poco o ningún mantenimiento. Permitiendo que las creaciones de los arquitectos perduren en el tiempo.

Los arquitectos del equipo Triptyque de Brasil decoraron la fachada de un edificio de oficinas de Sao Paulo con azulejos blancos y azul marino. Como los que podríamos encontrar en las paredes de un baño de los años 80. Proporcionando al edificio una apariencia única. Con una disposición caprichosa, las baldosas de estos colores se alternan formando dibujos abstractos. Dividendo la mitad izquierda, donde predomina el azul, de la mitad derecha, en la que se hace más relevante el blanco. Como si ambas mitades fueran dos caras de la misma moneda.

La fachada del tanatorio municipal de Alhavo, en el archipiélago de Madeira, está recubierta de baldosas verdes. A su espalda está la capilla, que se ha cubierto con cerámica blanca y, detrás, el cementerio. Desde luego, el edificio no pasa desapercibido. Una mezcla entre tradición y modernidad, que aportan al complejo una apariencia diferente.

Los arquitectos cuentan con cierta gracia, que el ayuntamiento de la localidad les contrató para reformar los baños del cementerio. Una vez se pusieron a trabajar en ello, descubrieron el potencial que tenía el complejo y al final, después de trabajar la idea, el consistorio terminó por dar luz verde a este arriesgado proyecto.

El arquitecto catalán Jordi Puig ha recubierto el frontal de un bloque de pisos residenciales de Córdoba con baldosas en blanco y negro, decoradas con dibujos geométricos. Visto desde lejos, puede parecernos un muro de celosía, pero no es así, son azulejos pintados. Parece una pared cubierta con papel pintado, en el que los motivos se repiten una y otra vez, aportando a la fachada un toque de elegancia y originalidad.

A parte de las formas y los volúmenes, el uso del revestimiento cerámico en exteriores es un recurso interesante para desarrollar diseños arquitectónicos contemporáneos.

La cerámica en interiores.   

Revista de Interiores afirma que los azulejos son tendencia de decoración en el 2025. Eso sí, el arquitecto Jaime Salvá opina que no todos.

En cocinas y baños triunfan los materiales naturales, como la piedra y los tonos terrosos y neutros, que proporcionan un aire atemporal a estos espacios y representan un guiño a la naturaleza. Un elemento decorativo que está en coherencia con el aumento de la sensibilidad ecológica que tanto se está arraigando entre la población.

Los azulejos estampados con dibujos de colores de tenues formas geométricas son una opción adecuada para aquellos que quieren darle un toque personal a su hogar. En este sentido, Salvá, opina que hay que ser recatado. Un estampado demasiado chillón puede hacer que nuestra casa se vea más vieja de lo que es.

Para el revestimiento de terrazas y patios prima la funcionalidad. Es importante elegir azulejos que resistan bien las condiciones climáticas. Una vez resuelto este punto, podemos optar por tonos naturales o bien tomarnos una licencia decorativa y recubrir una parte de la pared con azulejos pintados que creen un punto focal.

En el lado opuesto, para este 2025, se ha recuperado la cerámica vidriada. Una cerámica esmaltada que crea un efecto brillante en el que se refleja la luz, como si de un espejo se tratase. Creando diferentes tonos en la pared que puede resultar atractivo para los propietarios más atrevidos.

Con estos azulejos, todos del mismo color, podemos recubrir las paredes del baño o alicatar un elemento dispar, como una columna situada en mitad de un espacio diáfano, creando un punto disruptivo que rompe la uniformidad de la decoración.

Los azulejos en el interior nos sirven para crear espacios elegantes y vistosos en el interior de nuestro hogar.

Las celosías.

Como nos dicen Cristina Serrano y Miguel Bartolomé en su página web Cerámica para Arquitectura, una interesante tienda online de productos cerámicos para la construcción, que surgió de un blog que sus autores crearon en el 2013 para compartir su pasión por la cerámica, las celosías son elementos que nos permiten crear espacios únicos en exteriores e interiores.

La entrada a la estación intermodal de Palma de Mallorca, en Plaza España, fue coronada por una pérgola de celosías de terracota que le dieron un aspecto moderno y diferente a la estación y a la plaza.

Entre los antiguos edificios de la estación, hoy reconvertidos en cafetería y restaurantes, hay un espacio peatonal donde emergen dos escaleras automáticas que conducen al sótano. De allí parten, hoy en día, los trenes de vía estrecha que comunican Palma con Inca y Manacor, y los autobuses que enlazan la capital con los principales municipios de la isla.

Las escaleras automáticas que irrumpen en mitad de la plaza, como si fuera la salida de Metro de Callao en Madrid, están cubiertas por esta caja abierta que se alza sobre media docena de columnas.

En el centro Citicex, en Guadajira, Badajoz, sede del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura, las cajas de celosía cubren estratégicamente  el techo del edificio, transformando un antiguo convento de monjas en un edificio moderno de corte abstracto.

Las celosías también son interesantes para crear espacios interiores. Las oficinas centrales de la empresa Osborne Clarks, en Ámsterdam (Holanda), utilizan celosías para crear oficinas separadas en un espacio abierto, tipo el de una nave industrial. En el centro de la sala, se construyó un círculo con paredes de celosía que alberga el despacho de dirección. En otras partes de la sala, las paredes de celosía sirven para separar espacios.

Esto es algo que se podría hacer con paneles de conglomerado, solo que con las paredes de celosía queda mucho más elegante.

Tradición y modernidad.

España tiene zonas donde tradicionalmente se ha fabricado cerámica de gran calidad y donde sus azulejos se han utilizado para decorar interiores y exteriores creando composiciones decorativas identificables.

Estamos hablando de Manises en Valencia, Talavera de la Reina en Toledo, la Cartuja de Sevilla o Agost en Alicante.

La fachada y el interior de la Plaza España de Sevilla, donde se han rodado multitud de películas como alguna que otra secuela de la Guerra de las Galaxia, está decorada con azulejos de la Real Fábrica de Cerámicas de La Cartuja. El empresario inglés Charles Pickam consiguió la autorización real para construir en el antiguo monasterio una fábrica de loza en 1839. Pickam, entusiasmado con la tradición alfarera andaluza, logró con su fábrica popularizar internacionalmente la cerámica del sur de España.

Las iglesias de Valencia están coronadas por bóvedas de azulejos azules que recuerdan el pasado morisco de la región. Estos azulejos han sido fabricados tradicionalmente en la ciudad valenciana de Burjasot.

Muchos arquitectos e interioristas integran estas y otras expresiones de la arquitectura tradicional en sus diseños contemporáneos. Creando una fusión donde el pasado se mezcla con las últimas tendencias, ofreciendo propuestas originales.

Como vemos, la cerámica no solo ha sabido superar bien el paso del tiempo, sino que es un material de construcción con plena vigencia.

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