Esto es lo que no debe faltar en un vestuario deportivo.

Vestuario deportivo

La práctica deportiva forma parte de nuestra rutina habitual. Con frecuencia, muchos de nosotros acudimos varias veces a la semana a gimnasios, piscinas y otras instalaciones deportivas para mantenernos en forma. Todos estos centros disponen de vestuarios. ¿Cómo han de ser estas dependencias para garantizar nuestra seguridad y privacidad? En España, este es un asunto regulado por ley.

La composición de los vestuarios deportivos está regida por el Real Decreto Ley 173/2010, que establece las condiciones básicas de acceso y utilización de espacios públicos. Además, estas dependencias deben observar normas precisas de limpieza e higiene establecidas por el Ministerio de Sanidad y desarrolladas por las consejerías competentes de las comunidades autónomas.

Para que nos hagamos una idea, las puertas de entrada a los vestuarios y a las cabinas individuales deben tener una anchura mínima de 80 cm y la los pasillos de 120. De forma que puedan transitar por ellos sin problema una silla de ruedas.

Los vestuarios deben limpiarse y desinfectarse varias veces al día en función de la concurrencia y uso de las instalaciones.

El sistema de evacuación de aguas es otro aspecto importante. Las duchas y zonas húmedas deben disponer de sistemas de evacuación suficientes para evitar la acumulación de líquido y los resbalones.

Como veremos más adelante, el material del mobiliario también es relevante. Debe estar tratado convenientemente para resistir la humedad, para no acumular bacterias y para que se pueda desinfectar con facilidad.

La web oficial del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes publica regularmente orientaciones para que los vestuarios e instalaciones deportivas se mantengan en perfectas condiciones. Unas normas que afectan tanto a instalaciones de titularidad pública como privada.

Estos son los elementos que debe tener cualquier vestuario deportivo:

Las duchas.

Las duchas son un elemento obligatorio en cualquier vestuario deportivo. Los usuarios solemos acudir a los centros deportivos con ropa de calle y nos cambiamos antes y después de practicar deporte.

Como es lógico, en nuestra sesión deportiva hemos sudado. Antes de cambiarnos es conveniente darnos una ducha. Esta limpieza, además de ser útil a nivel personal, permite mantener el vestuario en mejores condiciones de higiene.

El periódico Galicia Digital señala que las duchas de los gimnasios han de reunir 6 características. Son las siguientes:

  1. Deben ser accesibles. Como sucede con las cabinas individuales, las puertas de las duchas deben tener una anchura mínima de 80 cm. La entrada a la ducha debe encontrarse a ras del suelo. Sin presentar escalones o desniveles que puedan propiciar caídas.
  2. No puede faltar la privacidad. En la mayoría de las comunidades autónomas se priorizan las duchas individuales frente a las colectivas. De manera que el usuario se pueda duchar con intimidad. En este caso, las duchas deben contar con puerta y cierre de seguridad.
  3. El suelo debe ser seguro. El suelo de la cabina de ducha debe ser antideslizante. Con una leve inclinación que evite la concentración de agua. Además, debe ser impermeable, resistente y fácil de desinfectar.
  4. Debe contar con accesorios. La cabina de ducha debe tener en su interior baldas o repisas donde podamos dejar el gel de baño y el champú, así como ganchos o perchas para colgar la toalla o alguna pieza de ropa que necesitemos.
  5. Material antibacteriano. Las puertas, grifería, suelo y revestimiento de la cabina de ducha deben estar fabricados con un material que evite la concentración de bacterias y hongos y que sea resistente a la humedad.
  6. Un número de duchas suficiente. La normativa establece que debe haber un mínimo de una ducha por cada 5 usuarios del vestuario. Esta es una orientación bastante vaga, ya que en muchos centros deportivos no se sabe con exactitud cuántos usuarios van a estar usando el vestuario al mismo tiempo. Lo que debemos tener en cuenta es que si estamos en el vestuario no debemos esperar demasiado tiempo para ducharnos. Si esto sucede con frecuencia es que hay un problema de planificación en las instalaciones.

Las cabinas sanitarias.

Las cabinas sanitarias son cabinas individuales en las que los usuarios pueden cambiarse de ropa con privacidad sin ser vistos.

Los instaladores de Saunas Luxe, una empresa de El Escorial (Madrid) que lleva más de 40 años fabricando e instalando mobiliario para vestuarios deportivos, nos cuentan que el material más utilizado para construir las cabinas sanitarias son los tableros fenólicos HPL. Un material resistente a las altas temperaturas, al fuego, a la abrasión de productos químicos, a la corrosión y a la humedad.

Las cabinas suelen tener una anchura de entre 218 y 300 cm y una profundidad de entre 120 y 140 cm, de manera que la persona pueda desenvolverse en su interior con facilidad. Estas cabinas cuentan con puerta y con cierre de seguridad, igual que las cabinas de ducha, para asegurar la intimidad del usuario.

Las cabinas se construyen con paneles prefabricados de fácil y rápida instalación. Con herrajes como las patas, las bisagras y los pomos fabricados en acero inoxidable. Requieren un mantenimiento rápido y sencillo, facilitando la conservación de un ambiente higiénico.

Las taquillas.

Las taquillas son otro elemento imprescindible que debe tener cualquier vestuario deportivo. Permiten que el usuario pueda guardar sus pertenencias en un lugar seguro mientras practica deporte.

Respecto al material en el que están fabricadas, la normativa es menos estricta. Lo que exige es que sea un material antibacteriano, no poroso y que sea resistente a la humedad.

Las taquillas metálicas y de madera de otra época han quedado en desuso. En la actualidad, los centros deportivos instalan taquillas de melamina o de paneles fenólicos como los de las cabinas sanitarias.

Respecto al sistema de cierre hay cierta variedad. Encontramos taquillas que cierran con llave, con cerradura de moneda (como las consignas de los supermercados) o con un cierre digital.

Este último es el sistema más moderno y, probablemente, el más seguro. Para abrir y cerrar la taquilla, un programa informático adjudica una contraseña aleatoria al usuario. A través de un panel central, el usuario introduce la contraseña. Cualquier intento irregular de abrir la taquilla queda registrado en el panel de seguridad, que controla el personal del centro. En ocasiones, la taquilla se puede abrir por medio de una aplicación instalada en el móvil.

En centros deportivos donde las taquillas son exclusivas y personales, adjudicadas a un individuo en concreto, aún encontramos la posibilidad de que el usuario coloque su propio candado en la taquilla.

Bancos de vestuario.

Los bancos en los vestuarios deportivos no son un elemento obligatorio, pero sí son recomendables. Permiten a los deportistas cambiarse con facilidad y descansar después de practicar deporte.

Estos bancos deben ser lo suficientemente amplios como para que el usuario pueda dejar en ellos sus objetos personales y sentarse mientas se cambia. Existen bancos que tienen pechas incorporadas y otros que son dobles, sin respaldo. Ofreciendo un mayor espacio útil.

Respecto al material en el que están fabricados, los más habituales suelen ser los de madera y los de metal, aunque cada vez encontramos más bancos de material fenólico fácilmente desinfectable.

Los bancos deben ser accesibles, pero que no obstruyan el paso habitual de los usuarios. La colocación de los bancos obedece a una planificación estratégica. Lo más conveniente es que estén colocados enfrente o al lado de las taquillas, para que el usuario pueda ordenar sus pertenecías antes de salir del vestuario. En ocasiones, por cuestión de espacio, se pegan a la pared.

La iluminación.

La iluminación es un aspecto importante dentro de los vestuarios. Mejora la visibilidad y contribuye a crear un espacio seguro.

La luz de los vestuarios debe ser nítida y clara. Que favorezca un buen campo de visión y que no deslumbre. Lo más recomendable es colocar tubos fluorescentes, aunque muchos centros deportivos se decantan por luces led de alta intensidad que tienen un menor consumo eléctrico.

Para aumentar la iluminación y crear mayor sensación de amplitud, muchos vestuarios disponen de grandes espejos.

Los espejos son un elemento interesante, ya que además de potenciar la iluminación facilitan que los usuarios se arreglen antes de salir del vestuario.

Aparte de las duchas, también es recomendable que la estancia disponga de lavabos. Donde los deportistas puedan lavarse las manos y la cara o peinarse después de salir de la ducha. Es justamente en esta zona de lavabos donde se suelen colocar los espejos, aunque también podemos encontrar otros espejos de cuerpo entero o de medio cuerpo pegados a la pared.

Por último, cabe destacar, que el suelo del vestuario debe ser antideslizante y no presentar desniveles. Para evitar tropiezos y caídas mientras los deportistas se cambian.

Como hemos dicho al principio, la configuración de los vestuarios deportivos está regulada por ley. Por lo que no es extraño que estas instalaciones reciban inspecciones públicas de sanidad.

Aun así, cuando acudas a un gimnasio u otras instalaciones deportivas, asegúrate de que los vestuarios cumplen estos requisitos. Si no es así, comunícaselo al centro. No es solo una cuestión legal. Estás velando por tu seguridad y privacidad.

 

Scroll al inicio