SI hay algo que me gusta de España es que aquí se celebra todo. Y la verdad, hacemos bien. Que la vida son dos días y uno nos lo pasamos trabajando. Por eso lo que creo que es tenemos que buscar cualquier excusa para pasarlo bien. Me hace mucha gracia que ahora se celebran hasta los divorcios. Oye, pues genial. Que seguro que más de uno y de una van a ser mucho más felices ahora. Por eso, viva esto de celebrar la vida, que es una frase muy usada en redes sociales y que me encanta.
Pero si hay una celebración que en los últimos años se nos ha ido de las manos es la de las despedidas de soltero, la verdad es que se han convertido en los grandes acontecimientos del año. Yo creo que a muchos les gusta más que la propia boda, que al final se convierte en un tostón. Ahora bien, ahora mismo en esto también existen las dos España, ocurre como en Política, como en fútbol y como en la gastronomía, hay dos tendencias muy alejadas.
En este caso no vamos a hablar de si PP o PSOE; si Barcelona o Real Madrid o de si de tortilla de patata con cebolla o sin ella, en este caso queremos hablar de las despedidas de solteros y de solteras. Y la pregunta que lanzo, y que me gustaría que se resolviera hoy, es que si somos más fans de las despedidas clásicas o de las glamurosas. Que si preferimos quedarnos en nuestra propia ciudad y dormir en nuestra casa, o irnos a un destino de playa, dormir en hotel y hacer un desfase. Vamos allá con los pros y contras de cada uno.
Despedida de Soltero Clásica
Comenzamos con los beneficios que tiene una despedida de soltero clásica, es decir, algo más parecida a la que se hacía allá por los años 90 y comienzos de siglo, cuando los jóvenes estábamos pelados de dinero.
Por eso está claro que es la opción más económica. Para pasarlo bien no es necesario gastar una fortuna ni tener que pedir un aval al banco. Además lo que vamos a tener es mucha más espontaneidad y autenticidad. Es decir, que se pueden vivir momentos más naturales y relajados, sin tanta planificación, como si fuéramos con una agenda.
Aquí no nos tenemos que preocupar por el qué dirán. En este caso no hay que preocuparse por la logística, por ejemplo la forma en ir vestidos o si hay algún tipo de protocolo en el evento que celebramos. Y aquí está claro que nadie se va a echar atrás por el dinero. Todos los amigos pueden asistir sin preocuparse por el presupuesto. La excusa de no “tío, es que no tengo pelas”, ya no es válida.
Ahora bien, las despedidas clásicas también tienen su cara B. Puede ser repetitiva. Muchas despedidas siguen el mismo patrón de bar, discoteca y bromas típicas. Es decir más de lo mismo. Y luego pues nos puede resultar como un fin de semana normal, porque al final hacemos lo mismo que cada sábado. Y luego si hacemos actividades típicas, pues se pierde esa chispa de ser algo único. Lo mismo nos vemos en el bar de siempre jugando a un quinito como en los años 90.
Despedida de Soltero de Lujo
Y ahora vamos con los beneficios de una despedida de soltero con mucho lujo. Pues está claro que va a ser una experiencia única y exclusiva. Puede incluir destinos exóticos, hoteles de cinco estrellas o actividades como yates, spa o deportes extremos. Esto es algo que como nos indican en Hot Despedidas ahora está muy de moda. Eso de poder hacer, por ejemplo, Wateboard y Ski Náutico desde el Puerto de Ibiza, pues oye, es algo para recordar toda la vida.
Lo que está claro es que vamos a sentirnos únicos, porque en este tipo de despedidas tenemos transporte privado, cenas gourmet y atenciones personalizadas. La verdad es que se va a convertir, como te decía antes, en una experiencia digna de contar durante años. Y lo bueno es que no se deja nada a la aventura, aquí todo está organizado para que todos disfruten sin preocupaciones.
Lo malo de este tipo de celebraciones, pues el primero y más grande está claro, es un pelín más caro que uno clásico. No todos los invitados pueden permitírselo, lo que puede generar exclusión. Además, muchas veces se ponen las expectativas muy altas. Si algo no sale perfecto, puede sentirse como una decepción en lugar de una celebración, y eso no mola.
Y ahora, ¿Cuál es tu opción favorita?